El año pasado Mercedes intentó por segunda vez resucitar la
marca Maybach, pero esta vez no como una marca separada como lo hizo en la vez
anterior, si no como una preparación de megalujo al igual que hace con los AMG
en deportividad.
La nueva andadura de Maybach comenzó en 2018 con el modelo S
Maybach con chasis largo, que como este, era insultantemente lujoso.
A diferencia de ese primer modelo, el GLS 600 no dispone de
un chasis alargado, pero más que nada porque no lo necesita ya que mide 5,21
metros de largo. Lo que sí es que ahora el GLS no alberga 7 plazas como el
modelo Mercedes, se ha quedado en solo 4 plazas, pero menudas plazas. Los dos
butacones traseros tienen más ajustes que un primera clase de la Emirates. En
interior cuenta con acabados en cuero nappa, maderas nobles, mullida moqueta y
entre sus opciones cuenta con función de masaje en los asientos y una consola
central que esconde mesas y hasta una nevera.
Y todo esto sin perder nada de carga en el maletero, que
sigue contando con 520 litros de capacidad. Es un muy digno rival del Rolls
Royce Cullinan y del Bentley Bentayga. Es más, estéticamente hablando, yo creo
que me quedo con el Bentley y después con éste, antes que con el Rolls.
Como el GLS no se puede considerar un SUV, sino que es un
todo terreno en toda regla, no queda bien que los adinerados usuarios de estos
coches tengan que saltar para entrar o salir del coche, así que han optado por
una solución que ya hemos visto en otros modelos como el Escalade de Cadillac o
el Autobiography de Range Rover. Al abrir la puerta baja un escalón
automáticamente para facilitar el acceso. En este sentido ha sido como volver
al pasado cuando nos ponían un escalón para subir a los carruajes. Eso sí, como
todo en este Maybach, la pasarela para subir es gigante.
Por fuera destaca por una pintura bitono, una calandra con
finos listones verticales, numerosos elementos cromados que acentúan su aspecto
lujoso y unas enormes llantaas de 22 pulgadas.
Y por dentro, centrándonos en el corazón de semejante bicho
no encontramos el motor que esperaríamos, el famoso V12 de 6 litros que suelen
montar los tope de gama de Mercedes o como nos indicaría su nombre, sino un V8
de 4 litros biturbo y 558 caballos con tecnología híbrida. Esto hace que esta
mole de lujo y 2710 kilos pase de 0 a 100 en 4.9 y lanzarlo hasta los 250 km
por hora, limitado electrónicamente, claro.
Como modelo top de la gama lujo de Mercedes cuenta con todas
las ayudas a la conducción de la que dispone la marca alemana y monta también
el sistema que monta la clase S por la cual la suspensión inclina el coche en
las curvas para contrarrestar las fuerzas laterales que afectan a los ocupantes
Si últimamente os hemos hablado de coches que de primeras no
nos habían enamorado y al final de la preparación del reportaje lo veíamos con
otros ojos, fijaos cómo habrá sido éste, que desde el principio no deja
indiferente a nadie. Una verdadera pasada.
Lo que aún no os puedo decir es el precio de esta joya.
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