La habíamos hablado en el
programa de una “Bestia”. La limusina del Sr. Trump, pero hoy os traemos otra
Bestia que además tenemos la suerte de tener el único ejemplar que existe en
nuestro país. Más concretamente, en Marbella.
En un mundo donde
hablamos cada vez más de modelos híbridos, de modelos eléctricos, que motores
que cada vez consumen y contaminan más, aún tienen cabida cacharros como éste,
que nos recuerden que el automóvil se inventó para quemar gasolina, jeje.
Cuando ves a La Bestia
algo te hace recordar al Ford Capri, pero ves que tiene algo que lo diferencia
del original. Los faros delanteros, el tamaño descomunal del capó delantero, el
chasis mucho más largo…
Por qué lleva una parte
delantera tan descomunal?? La respuesta es sencilla, monta un motor Merlin de
avión. Es un motor Rolls Royce usado en aviones de la Segunda Guerra Mundial
como el P-51 Mustang o el Spitfire.
El motor en cuestión que
monta este “coche” tiene una cilindrada de 27.000 centímetros cúbicos y una
potencia de 1.000 caballos.
El coche está homologado
para circular por carretera. Su propietario es un británico llamado John Dodd, pero
como os decía al principio, no se pasea con él por las islas británicas, si no
por las calles de Marbella.
Eso sí, no es un coche
para pasear a diario ya que el consumo es de avión. 100 litros a los 100.
Escalofriante, verdad? Es más o menos el consumo de un Fórmula 1, pero en un
Capri.
Os imagináis lo que debe
ser pisar a fondo en una recta con este motoraco y escuchar como bebe
gasolina??
Dice el dueño que el
ruido de todos los tubos de escape rozan el límite de lo legal. Sería genial
escucharlo. La sensación digo yo que debe ser como cuando despega el avión,
seguro que tratas de levantar vuelo tirando del volante hacia ti.
El coche fue creado por
Paul Jameson, que se lo vendió a John Dodd cuando sólo era un chasis con el
motor del avión. Una locura para los amantes de la gasolina, sin duda.
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