Hace ya unos meses, Aston
Martin nos dio a conocer su modelo Vulcan, pensado únicamente para los
circuitos. Pues bien, la compañía británica de ingeniería RML Group ha
modificado una de las 24 unidades construidas para poder homologarlo y verlo
rodar por las calles, al menos, por las del Reino Unido.
Si vemos esta bestia por
la calle, a simple vista nos parecerá uno de esos 24 modelos que os decía se
han fabricado para los circuitos, pero si nos fijamos un poco más
detalladamente, veremos ciertas diferencias que no caben en los modelos de
circuito. Por ejemplo, veremos los nuevos faros frontales con luces antiniebla
incluidos, o en la parte trasera donde nos puede llamar más la atención, ya que
encontramos intermitentes en los bordes del gigante alerón, nuevas cubiertas en
los faros traseros, placa de la matrícula iluminada e incluso las luces de
marcha atrás.
También han tenido que
cambiar los espejos retrovisores. Los que han puesto salen del Aston Martin
DB11 con las luces de los intermitentes en ellos. Otros detalles más difíciles
de diferenciar, pero necesarios para la homologación son los limpiaparabrisas
con eyectores de agua, nuevos neumáticos Michelin para rodar fuera de los
circuitos, el tapón de gasolina con cierre o los obligatorios catadriópticos en
la parte trasera entre los faros y la matrícula.
Y lo que ya no podrás ver
a no ser que te lo dejen conducir o meterte dentro son los detalles como el
cierre centralizado, el inmovilizador de seguridad, la dirección, que la han
tenido que modificar ya que en el modelo de circuito el radio de giro es más
bien nulo…
Lo que sí sigue en su
sitio es el corazón de la bestia. El motor 7.0 litros V12 atmosférico de 850
caballos. El motor sigue ahí, pero evidentemente han tenido que tocarlo para la
homologación. Han tenido que cambiar la gestión electrónica para pasar las
pruebas de emisiones y dos partes en las que se han tenido que dedicar a fondo
ha sido el sistema de escape (imaginaos cómo tiene que sonar ese motor sin
limitaciones de sonido) y el sistema de refrigeración, ya que no es lo mismo lo
que necesita en una pista que en un atasco en una ciudad.
No sé si habéis conducido
alguna vez un coche de carreras, pero lo que siempre me ha llamado la atención
es la dureza del embrague, que parece que tienes que hacer piernas sólo para
aguantar todas las vueltas, así que en el caso del Vulcan no era una excepción
por lo que han cambiado la relación de la caja de cambios y el “tacto” del
embrague.
Otro de los aspectos que
no se podían quedar igual que para rodar en carrera era la suspensión. El asfalto
y mimo con el que se tratan las pistas no tienen nada que ver con lo que nos
encontramos en la calle por lo que la suspensión ha recibido unos ajustes más
suaves para los muelles y amortiguadores y la altura es variable para poder
afrontar resaltos en la carretera o incluso para poder entrar en los
aparcamientos de las ciudades.
En el interior también
han tenido que variar ciertas cosas por temas de seguridad. Han tenido que
eliminar los cantos y bordes peligrosos del habitáculo, han añadido molduras
acolchadas como por ejemplo en el volante, y suvizando las diferentes
botoneras. También han tenido que cambiar los asientos para mejorar la
visibilidad hacia el exterior.
Os dejo un video para que
lo veáis y lo escuchéis, porque es un espectáculo.
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