Hace 35 años BMW creó una
nueva categoría de vehículos. Una berlina cómoda de 4 puertas pero con el
corazón de un super deportivo basándose en la experiencia deportiva de la marca
alemana.
Aprovechando estos 35
años, los germanos han sacado el M5 más potente hasta el momento con un motor
que rinde 625 caballos y una amplia lista de equipamiento que lo hacen aún más
exclusivo, no en vano se producirán únicamente 350 unidades que se podrán
empezar a pedir a partir de este mismo mes de julio.
Para desarrollar el
modelo del 35 Aniversario se ha partido de la base del M5 Competition con su
motor V8 con el M TwinPower Turbo Technology con 625 caballos y con la
tecnología M Drive de tracción a las 4 ruedas nos permite empujar a esta bestia
de 0 a 100 en tan sólo 3.3 segundos y a 200 en 10,8.
BMW tiene un departamento
especializado para individualizar los modelos más exclusivos. Pues bien, como
no podría ser de otra manera BMW Individual, que es como se llama dicho departamento,
se han encargado de la personalización de este modelo. Para ello, el M5 35
Aniversario saldrá con el color Frozen Dark Grey, con unas llantas
especialmente diseñadas para este modelo de 20” con peso reducido y forma de Y
de color Graphite Grey. Los freno M de carbono cerámicos se han pintado de
color negro brillante y las pinzas de freno se pueden pedir opcionalmente en
dorado, a juego con el interior del coche.
En el interior monta
también con elementos de BMW Individual, como los asientos M multifuncionales
en cuero negro con Beige en contraste y las molduras de carbono del interior en
el panel de instrumentos, en los pasos de puertas y en la consola central de color
dorado. En los vanos de las puertas lleva una placa que se ilumina donde
podemos leer “M5 Edition 35 Jahre 1/350”. Además, en la consola central pondrá
el número de la unidad dentro de esta serie limitada.
El primer M5 sacado hace
35 años montaba un motor V6 que había salido del M1, aunque ligeramente más
potente. Rendía 286 caballos. En BMW entendieron que para hacer de un serie 5
un coche deportivo tenían que cambiar muchas más cosas a parte de un motor
potente. Como ellos mismos decían “La suspensión tiene que ser siempre más
rápida que la potencia”. Por eso, a parte de motores potentes montaron
suspensiones deportivas, sistemas de freno mejorados, una caja de cambios de 5
velocidades y un diferencial en el eje trasero.
La segunda generación siguió
siendo fiel a la idea de sacar un deportivo que por fuera no se diferenciase
mucho al serie 5 “normal”. Esta generación contaba con un motor de 315
caballos, aunque a partir de 1992 se aumentó hasta los 340.
La tercera generación,
lanzada en 1998, aparecieron las características dobles salidas de escapes que
indicaban que era un modelo de altas prestaciones. Además, el nuevo motor subía
hasta los 400 caballos lo que requería unas mayores entradas de aire.
La cuarta generación
presentó un motor bestial. Un V10 derivado directamente de la F1 que rendía la
friolera de 507 caballos. Como curiosidad, en la presentación preguntaron a los
ingenieros que por qué dicha potencia a lo que contestaron que porque no
necesitaba más.
En la quinta generación
vuelven los motores V8 en 2011 y empiezan a “jugar” con la tecnología Turbo.
Colocaron dos turbocompresores en V entre los cilindros consiguiendo una
potencia de 560 caballos con una transmisión de 7 velocidades.
La sexta y última
generación hasta el momento ya ha llegado a los 600 caballos, aumentando a 625
en el M5 Competition y en el 35 Aniversary. Por primera vez aparece con
tracción integral, haciendo mucho más fácil su conducción hasta en las
condiciones más extremas.
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