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lunes, 17 de junio de 2019

Eduardo Barreiros


El sábado pasado tuvimos la oportunidad de visitar el museo de la Fundación Eduardo Barreiros en Valdemorillo. Un cachito de la historia de la automoción e industrialización de la España de la posguerra.


La Fundación Eduardo Barreiros nació en el año 1997 como homenaje a la figura de Eduardo Barreiros nacido en Orense en 1919 y fallecido en La Habana en 1992. Este empresario gallego, de origen modesto y sin estudios superiores, levantó un gran complejo industrial que contribuyó decisivamente a la industrialización de España. Empezó con un pequeño taller en Orense y en 1954 fundó en Madrid Barreiros-Diésel para fabricar motores Diésel con tecnología propia. En 1963 la asociación con Chrysler le lanzó a un protagonismo internacional. La obra de Barreiros sigue presente hoy en el Centro de Producción del Grupo PSA Peugeot Citroën y en lo que anteriormente fue Renault V.I., en el actual complejo industrial español en la gran factoría de Villaverde (Madrid).


La Fundación Eduardo Barreiros se constituye en Madrid el día 16 de marzo de 1997. La preocupación por la formación de los más jóvenes fue siempre una de las constantes en la vida de Eduardo Barreiros, y por esta razón la Fundación lleva a cabo numerosas actividades que abarcan diferentes campos dentro del mundo de la automoción, desde su lado más industrial y técnico hasta la faceta estética y plástica del mismo.


En 1998 se inauguró el Museo Eduardo Barreiros, en Valdemorillo (Madrid). Dentro de los museos de tecnología es una muestra especializada, la primera dedicada en España a una figura relevante en el mundo de la automoción. De titularidad privada, está considerado un museo monográfico.


Sus fondos y la disposición de las piezas permiten conocer la vida y la obra de Eduardo Barreiros, un hombre que comenzando de la nada logró crear una de las empresas privadas más importantes en el desarrollo industrial de España, en las décadas de los años 1950 y 1960.


El museo cuenta con un espacio expositivo de 800 metros cuadrados en el que se exhibe una colección estable conseguida a través de donaciones, compras y objetos pertenecientes a la familia Barreiros. El Museo cuenta asimismo con un importante fondo documental.


Pero un museo no es sólo continente y contenido. Un museo es un espacio vivo y es para lo que el Museo Eduardo Barreiros ha sido concebido: como viva aportación para la educación de las nuevas generaciones. También es un espacio interactivo en el que los visitantes pueden acceder y tocar los diferentes objetos expositivos, incluidos coches, camiones y tractores, lo que hace posible entender el trabajo mecánico, y a la vez manual, de la producción de motores en aquella época. Existe incluso un motor diesel seccionado EB6, de demostración, que originariamente fue regalado por Eduardo Barreiros a la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales de Madrid en 1954 y que, posteriormente, en 1998, la Escuela donó al Museo. Este motor permite ver el funcionamiento de un motor diesel en sus cuatro tiempos.


Dentro de este marco de museo interactivo, el 11 de junio de 2003 se firmó un Convenio con la Organización Nacional de Ciegos de España (ONCE), cuyo fin es el de acercar a los discapacitados visuales al mundo de la mecánica. Este nuevo aspecto del Museo requiere una adaptación de las instalaciones y un cambio en la distribución de los objetos expositivos para facilitar su acceso a los invidentes.


Los museos dedicados a la automoción en España son escasos y relativamente recientes. Todos pertenecen al sector privado y el único que está ubicado en la Comunidad de Madrid es el Museo Eduardo Barreiros.



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