El sábado pasado tuvimos
la oportunidad de visitar el museo de la Fundación Eduardo Barreiros en
Valdemorillo. Un cachito de la historia de la automoción e industrialización de
la España de la posguerra.
La Fundación Eduardo
Barreiros nació en el año 1997 como homenaje a la figura de Eduardo Barreiros nacido
en Orense en 1919 y fallecido en La Habana en 1992. Este empresario gallego, de
origen modesto y sin estudios superiores, levantó un gran complejo industrial
que contribuyó decisivamente a la industrialización de España. Empezó con un
pequeño taller en Orense y en 1954 fundó en Madrid Barreiros-Diésel para
fabricar motores Diésel con tecnología propia. En 1963 la asociación con
Chrysler le lanzó a un protagonismo internacional. La obra de Barreiros sigue
presente hoy en el Centro de Producción del Grupo PSA Peugeot Citroën y en lo
que anteriormente fue Renault V.I., en el actual complejo industrial español en
la gran factoría de Villaverde (Madrid).
La Fundación Eduardo
Barreiros se constituye en Madrid el día 16 de marzo de 1997. La preocupación
por la formación de los más jóvenes fue siempre una de las constantes en la
vida de Eduardo Barreiros, y por esta razón la Fundación lleva a cabo numerosas
actividades que abarcan diferentes campos dentro del mundo de la automoción,
desde su lado más industrial y técnico hasta la faceta estética y plástica del
mismo.
En 1998 se inauguró el
Museo Eduardo Barreiros, en Valdemorillo (Madrid). Dentro de los museos de
tecnología es una muestra especializada, la primera dedicada en España a una
figura relevante en el mundo de la automoción. De titularidad privada, está
considerado un museo monográfico.
Sus fondos y la
disposición de las piezas permiten conocer la vida y la obra de Eduardo
Barreiros, un hombre que comenzando de la nada logró crear una de las empresas
privadas más importantes en el desarrollo industrial de España, en las décadas
de los años 1950 y 1960.
El museo cuenta con un
espacio expositivo de 800 metros cuadrados en el que se exhibe una colección
estable conseguida a través de donaciones, compras y objetos pertenecientes a
la familia Barreiros. El Museo cuenta asimismo con un importante fondo
documental.
Pero un museo no es sólo
continente y contenido. Un museo es un espacio vivo y es para lo que el Museo
Eduardo Barreiros ha sido concebido: como viva aportación para la educación de
las nuevas generaciones. También es un espacio interactivo en el que los
visitantes pueden acceder y tocar los diferentes objetos expositivos, incluidos
coches, camiones y tractores, lo que hace posible entender el trabajo mecánico,
y a la vez manual, de la producción de motores en aquella época. Existe incluso
un motor diesel seccionado EB6, de demostración, que originariamente fue
regalado por Eduardo Barreiros a la Escuela Técnica Superior de Ingenieros
Industriales de Madrid en 1954 y que, posteriormente, en 1998, la Escuela donó
al Museo. Este motor permite ver el funcionamiento de un motor diesel en sus
cuatro tiempos.
Dentro de este marco de
museo interactivo, el 11 de junio de 2003 se firmó un Convenio con la
Organización Nacional de Ciegos de España (ONCE), cuyo fin es el de acercar a
los discapacitados visuales al mundo de la mecánica. Este nuevo aspecto del
Museo requiere una adaptación de las instalaciones y un cambio en la
distribución de los objetos expositivos para facilitar su acceso a los
invidentes.
Los museos dedicados a la
automoción en España son escasos y relativamente recientes. Todos pertenecen al
sector privado y el único que está ubicado en la Comunidad de Madrid es el
Museo Eduardo Barreiros.
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