En 1953, Stanley Arnolt compró cinco chasis consecutivos del
Aston Martin DB2/4 y se los envió a Bertone para que realizase un trabajo
personalizado.
Los chasis con números pares fueron destinados a carrocerías
lujosas y más opulentas, mientras que los impares, el 503, 505 y 507 se
equiparon con unas carrocerías más deportivas firmadas por uno de los
carroceros más afamados de los años 50 y 60. Franco Scaglione, autos del
Lamborghini 400 GT del post anterior.
A parte del Lamborhini, Scaglione firmó trabajos como los
Alfa Romeo BAT
El coupé Siata 208 CS
El Abarth Porsche
Y el Alfa Romeo Type 33 Stradale entre otros.
De los tres chasis impares, dos fueron diseñados para las
carreras y fueron equipados para ello.
El tercero, el LML505, fue un modelo más lujoso, equipado
con un parabrisas completo, parachoques, un interior lujosamente decorado y una
capota.
Arnolt presentó este modelo en el Auto Show de Nueva York de
1954 donde lo presentaron bajo la insignia de Aston Martin con la intención de
convencer a David Brown, dueño de la compañía, para que lo convirtiera en un
modelo de producción, pero, aunque dejó huella, no lo consiguió. Sí hizo que
Aston Martin “despertase” y se juntase con Touring y Zagato para producir
algunos de los coches de carreras más competitivos de principios de los 60.
Este modelo se vendió en una subasta en Pebble Beach el 21
de agosto de 2016 por 3.080.000$.
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