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martes, 7 de abril de 2020

Maverick Sportster. 1952


En 2014, en el Concurso de Elegancia de Pebble Beach, del que ya hemos hablado en algún que otro programa se pudo ver esta bestia verde. De hecho, cuando apareció entre la niebla, con su enorme tamaño, su doble salida de escape y con el sonido del V8 que lleva bajo el capó, todos los presentes se preguntaban los unos a los otros que qué era eso.


Conocido en ese momento como el "coche más grande del mundo con carrocería de fibra de vidrio", el imponente Maverick Sportster de 1952 fue diseñado por H. Sterling "Smoke" Gladwin Jr., de Mountain View, trabajado 11 años en Boeing, seis años en la NASA y 10 más en Lockheed. Se produjo desde 1952 hasta 1968.


Al principio, Gladwin no pensaba en meter este diseño en producción, de hecho, construyó el primero para sí mismo. Él no fue el único fabricante en “jugar” con la fibra de vidrio. A principios de los 50 era un material nuevo y estaba de moda desarrollar modelos con este material y además facilitaba a las pequeñas marcas a sacar modelos “resultones”. De hecho, incluso algunas de las marcas grandes, también presentaron modelos en fibra de vidrio, como el nuevo Corvette de ese año y el Kaiser-Darrin KDF-161, dos modelos de los que ya hemos hablado en este programa.


El primer Maverick Sportster se fabricó sobre un chasis de un Cadillac LaSalle de 1940 con su motor V8 que se había modificado para adaptarse. Se utilizaron un pupurrí de piezas de varios modelos, casi todos Cadillac LaSalle, como la enorme rejilla vertical que se sacó de un modelo de antes de la guerra. Así también los parachoques delanteros y traseros y las luces traseras. Las rejillas del guardabarros eran de un Cadillac Fleetwood, los faros de un Lincoln de los 50, los guardabarros de un Buick del 41 y el depósito de gasolina de un Studebaker del 51. El parabrisas partido se fabricó a medida.


Lo normal es que cuando una persona se jubila, se relaja un poco, pero no fue el caso de Gladwin. Al ver lo que había gustado su biplaza decidió lanzar su propia compañía de coches, la Maverick Motors. Este descapotable tenía una capota rígida opcional. Como no podía ser de otra manera, también era de fibra de vidrio. Para su producción pensó en un motor Cadillac V8 de 331 caballos.


Visto de lejos, se asemejaba un poco al Jaguar XK 120, pero según te ibas acercando ibas dándote cuenta de sus dimensiones reales. La parte trasera era de forma de bote. La distancia entre ejes era de 3,2 metros y según los informes, la carrocería pesaba tan sólo unos 100 kilos aunque el peso total del coche subía hasta los 1.500 kilos. El resultado final del coche era que tenía una relación potencia/peso que sería la envidia de un avión militar.


Galdwin confesó que como iba a ser un coche que no se comercializase y sería sólo para él, no pensó mucho en la practicidad. De hecho, el primero modelo estaba construido sin puertas. De hecho la carrocería tenía una bisagra en uno de los extremos para poder levantarla por completo y acceder al motor. Esto lo tuvo que ir cambiando al entrar el coche en producción pero sí que se empezaron a producir con una sola puerta, la del acompañante. Galdwin decía que le parecía arriesgado el hecho de poder abrir la puerta del conductor hacia el tráfico y que era mejor salir por la puerta del copiloto.


El coche medía algo más de 4.8 metros de largo y poco más de 1.8 de ancho.


Manejaban dos precios. 3.850$ si recogías el coche en Los Altos, California y 4.200$ si lo comprabas en otro país y te lo tenían que enviar. Se comprometían en que la entrega sería entre 60 y 90 días. No se sabe si se vendió alguno fuera de Estados Unidos y tampoco se tiene información precisa de las unidades totales vendidas.


En resumen, podríamos decir que este coche es el sueño de un hombre en una era optimista y tal vez ingenua donde la gente creía que todo era posible. La aventura de Smoke Galdwin fracasó, pero el brillante Maverick verde de Fred Roth todavía entusiasma allá por donde se deja ver.



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