En 2014, en el Concurso de Elegancia de Pebble Beach, del
que ya hemos hablado en algún que otro programa se pudo ver esta bestia verde.
De hecho, cuando apareció entre la niebla, con su enorme tamaño, su doble
salida de escape y con el sonido del V8 que lleva bajo el capó, todos los
presentes se preguntaban los unos a los otros que qué era eso.
Conocido en ese momento como el "coche más grande del
mundo con carrocería de fibra de vidrio", el imponente Maverick Sportster
de 1952 fue diseñado por H. Sterling "Smoke" Gladwin Jr., de Mountain
View, trabajado 11 años en Boeing, seis años en la NASA y 10 más en Lockheed.
Se produjo desde 1952 hasta 1968.
Al principio, Gladwin no pensaba en meter este diseño en
producción, de hecho, construyó el primero para sí mismo. Él no fue el único
fabricante en “jugar” con la fibra de vidrio. A principios de los 50 era un
material nuevo y estaba de moda desarrollar modelos con este material y además
facilitaba a las pequeñas marcas a sacar modelos “resultones”. De hecho,
incluso algunas de las marcas grandes, también presentaron modelos en fibra de
vidrio, como el nuevo Corvette de ese año y el Kaiser-Darrin KDF-161, dos
modelos de los que ya hemos hablado en este programa.
El primer Maverick Sportster se fabricó sobre un chasis de
un Cadillac LaSalle de 1940 con su motor V8 que se había modificado para
adaptarse. Se utilizaron un pupurrí de piezas de varios modelos, casi todos
Cadillac LaSalle, como la enorme rejilla vertical que se sacó de un modelo de
antes de la guerra. Así también los parachoques delanteros y traseros y las
luces traseras. Las rejillas del guardabarros eran de un Cadillac Fleetwood,
los faros de un Lincoln de los 50, los guardabarros de un Buick del 41 y el
depósito de gasolina de un Studebaker del 51. El parabrisas partido se fabricó
a medida.
Lo normal es que cuando una persona se jubila, se relaja un
poco, pero no fue el caso de Gladwin. Al ver lo que había gustado su biplaza
decidió lanzar su propia compañía de coches, la Maverick Motors. Este
descapotable tenía una capota rígida opcional. Como no podía ser de otra
manera, también era de fibra de vidrio. Para su producción pensó en un motor
Cadillac V8 de 331 caballos.
Visto de lejos, se asemejaba un poco al Jaguar XK 120, pero
según te ibas acercando ibas dándote cuenta de sus dimensiones reales. La parte
trasera era de forma de bote. La distancia entre ejes era de 3,2 metros y según
los informes, la carrocería pesaba tan sólo unos 100 kilos aunque el peso total
del coche subía hasta los 1.500 kilos. El resultado final del coche era que
tenía una relación potencia/peso que sería la envidia de un avión militar.
El coche medía algo más de 4.8 metros de largo y poco más de
1.8 de ancho.
Manejaban dos precios. 3.850$ si recogías el coche en Los
Altos, California y 4.200$ si lo comprabas en otro país y te lo tenían que
enviar. Se comprometían en que la entrega sería entre 60 y 90 días. No se sabe
si se vendió alguno fuera de Estados Unidos y tampoco se tiene información
precisa de las unidades totales vendidas.
En resumen, podríamos decir que este coche es el sueño de un
hombre en una era optimista y tal vez ingenua donde la gente creía que todo era
posible. La aventura de Smoke Galdwin fracasó, pero el brillante Maverick verde
de Fred Roth todavía entusiasma allá por donde se deja ver.
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