Este modelo mítico de Peugeot se ha ganado a pulso año tras
año su fama de irrompible convirtiéndose en uno de los coches más longevos y
extendidos por todo el mundo.
Su presentación fue en el Salón Internacional de París de
1968 y fue un gran éxito debido al cambio radical respecto a su antecesor el
404.
Aún siendo un coche mucho más conservador de los nuevos
modelos de sus competidores, su carta de presentación iba presidida por su
fiabilidad y confort. Se presentó con motor delantero y tracción trasera, pero
en los 70 las marcas ya empezaron a ser conscientes de las ventajas de la
tracción delantera y marcas como Renault, Citroën, Saab, Audi o Volkswagen
presentaban sus nuevos modelos con tracciones delanteras. Parece que Peugeot se
quedaba retrasada con respecto a la tecnología, pero el 504 fue un éxito de la
marca francesa.
Sus motores fueron siempre de 4 cilindros en línea, salvo
para las versones coupé y cabrio que montaron el famoso V6 PRV, llamado así ya
que fue una colaboración entre Peugeot, Renault y Volvo y que destacó sobre
todo por su robustez. Este motor era el mismo que montaba el Alpine A110.
Entre opciones mecánicas ofrecían un diésel atmosférico que
en aquel momento otorgaba al 504 muy buenas prestaciones superando con creces a
modelos superiores, como por ejemplo al Mercedes 300D con carrocería W123 que
con un cilindro más no fue capaz de alcanzar las prestaciones del modelo
francés. Aunque ante esta situación, Mercedes introdujo un turbo a sus motores
elevando el rendimiento a otro nivel.
La carrocería fue obra del maestro Pininfarina, quizá ahí
estuvo parte de su éxito. Ya sabéis que nos encanta contaros datos curiosos de
los modelos, así que vamos a ello.
Fue el primer Peugeot sin faros redondos. El diseño de
Pininfarina introdujo unos faros trapezoidales que serían la principal seña de
identidad de los modelos de Peugeot hasta finales de los ochenta, inspirados
según sus creadores, en los ojos de Sofía Loren.
Fue el primer coche con los mandos iluminados. Hasta
entonces, sólo la instrumentación estaba iluminada, y en algunos modelos, se
iluminaban los mandos con luz indirecta. Pero fue el Peugeot 504 el primero en
iluminar los distintos pulsadores y mandos del salpicadero con una luz interna.
El taxi preferido en África: el norte de África se peleaba
por este coche. Lo habían visto correr en los rallys más duros del mundo
(Safari, Bandama y Marruecos) y pronto se hizo valer su fiabilidad. Mientras en
Europa empezaba a ser considerado un trasto viejo, muchos fueron embarcados
para cruzar el estrecho y prestar sus servicios por toda África. Además de
robusto, es un coche sencillo. Apenas unos alicates, una llave inglesa, un
alambre y cinta aislante hacen falta para terminar cualquier viaje. Junto con
el Mercedes W123, es uno de los coches más fáciles de ver hasta hace poco en
ese continente. De hecho, los taxistas marroquíes pusieron el grito en el cielo
cuando se les obligó a retirar estos modelos para cambiarlos por Dacias.
Se fabricó más de 42 años: sí, ya sé que el Porsche 911
lleva en producción más tiempo, pero entre el primer 911 y el actual hay un
abismo. Sin embargo, entre el 504 presentado en París en 1968 y el último
salido de la cadena de producción en 2010 apenas existen diferencias. Su
robustez y sencillez lo convirtieron en un coche perfecto para los escenarios más
duros y su producción se exportó a Argentina, Kenia y Nigeria.
Coche del año en 1969: después de su debut en París, el
Peugeot 504 se alzó con el título de coche del año en 1969, por delante de BMW
y Alfa Romeo.
El 504 coupé y cabrio tenían una trasera que si os fijáis en
la foto que os pongo a continuación veréis de dónde han sacado la idea de los
nuevos modelos de la marca francesa.
Podíamos encontrar el 504 berlina y un mastodóntico 504
Break, que era el familiar, pero donde Pininfarina disfrutó y se nota, fueron
en el Coupé y en el Cabrio.
En la segunda generación de estas carrocerías, se
modificaron los faros delanteros, que pasaron de ser dos independientes a cada
lado a ir unidos bajo un único cristal, y las ópticas traseras, perdiendo algo
de personalidad, pero necesarios para adaptarse a las nuevas normas y modas.
Aunque montaron el motor V6, los Peugeot 504 Coupé y Cabrio
nunca destacaron como modelos deportivos. Su enfoque era más bien el de modelos
de lujo con cierta deportividad, digamos que fueron los 504 más exclusivos.
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