Hoy no os traigo un modelo para contaros a cerca de su
producción o sus números. Hoy os traigo un Rolls-Royce especial, no tan sólo
por ser un Rolls, si no por su dueño, Mr Allen Swift.
El Señor Allen recibió un bonito regalo de graduación por
parte de su padre en 1928 en Springfield, Massachusets. Un precioso Rolls-Royce
Piccadilly P1 Roadster de color verde. Desde ese momento, Mr. Allen no se
deshizo del coche nunca, y es más, era el coche que utilizó a diario durante
toda su vida.
Lo condujo un total de 273.588 kilómetros, la verdad es que
no son nada para haberlo estado utilizándolo durante 77 años.
Lo mantuvo en perfecto estado de conservación durante los 77
años que lo tuvo. En 1988, 60 años después de recibirlo, pasó por chapa y
pintura para recibir una restauración completa de la carrocería y una
reconstrucción del motor.
La historia de romance entre este coche y su dueño terminó
en 2005, año en el que Allen Swift murió donando esta hermosura y un millón de
dólares al Lyman & Merrie Wood Museum of Springfield History y ahí sigue a
día de hoy en estado impoluto.
Ha día de hoy, Mr. Allen sigue siendo una leyenda entre los
coleccionistas de Rolls. Ha sido el propietario que más años ha tenido un
modelo de la marca británica. De hecho, Rols-Royce llegó a homenajearle en 1994
otorgándole el galardón de Spirit of Ectasy.
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