Hoy os traigo otra de esas colaboraciones italo americanas,
pero hoy, al menos desde mi punto de vista, el resultado ha sido un coche
precioso.
A comienzo de los 50, Fred Zeder Jr., ingeniero que en Nueva
York estaba realizando trabajos de publicidad como vicepresidente de la
compañía McCann-Erickson. Fred era hijo de Frederick Zeder, uno de los tres
ingenieros jefes de Studebaker que se acabaron convirtiendo en el corazón de
los ingenieros de Chrysler. Se les conocía como los tres mosqueteros.
Fred era un buen piloto de carreras y su deseo era diseñar
su propio coche que fuese capaz de competir contra los mejores coches de la
época en cualquier circuito, incluyendo a los Ferraris, Alfas, Maserati,
Mercedes, Jaguars, etc.
Aunque su padre Frederick falleció en 1951, Fred todavía
tenía muchas conexiones con la industria de la automoción como por ejemplo con
Carl Breer, otro de los Tres Mosqueteros con el que contó para el nuevo
proyecto.
También contó con Gene Cassaroll, un entusiasta de las
carreras y propietario de una empresa que se encargaba del transporte de piezas
de Chrysler. Juntos crearon la Sports Car Development Corporation.
Otro de los miembros del equipo fue John Butterfield,
extrabajador de Cunningham y en ese momento uno de los mejores ingenieros de
chasis de Chrysler.
La idea que tenía Fred Zeder era crear un coche de carreras
pero que pudieras cambiar la carrocería para tener luego un deportivo para el día
a día. Para la carrocería de carreras contaba con una de fibra de vidrio muy
ligera y la coupé era una de aluminio. Se intercambiaban de una manera muy
sencilla con tan sólo 4 tuercas.
Como parte mecánica, contaron con un motor de camión Dodge
HEMI V8 que ofrece 260 caballos de fuerza. Y otras partes del coche venían de
Plymouth y Dodge, incluidos los frenos, radiadores, embrague, tanque de
combustible, eje trasero y sistema de dirección.
En 1952, durante las vacaciones de Navidad en Europa, Zeder visitó
al ingeniero jefe de Fiat en Turín quien le recomendó una visita a Bertone y
así lo hizo. Hablando con el diseñador finalmente le convenció para que se
encargaran de la carrocería de su nuevo modelo, aunque en esa época estaban
centrados en los modelos BAT del que ya hemos hablado alguna vez en el
programa. Aún así se comprometieron a tener lista una carrocería 2+2 en 3 meses
pero finalmente Zeder obtuvo una carrocería de 2 asientos en 9 meses. Bertone
le explicó que lo que se veía tan bien en papel, realmente no funcionaría en la
realidad.
El coche terminó de afinarse en el circuito de pruebas de
Fiat y una vez terminado lo presentaron en el Salón del Automóvil de Turín,
donde se llevó el primer premio. Después lo embarcaron en el SS Andrea Doria a
Nueva York donde lo recogió el mismo Zeder en los muelles y lo llevó
directamente al Rockefeller Center donde lo aparcó en la puerta. Esto generó
tal atasco ya que todo el mundo paraba a verlo que tuvo que presentarse la
policía para poner orden.
El Zeder Storm Z-250 fue llevado a la sede de diseño de
Chrysler en 1954, ya que su tío, Jim Zeder era el ingeniero jefe de Chrysler en
ese momento. Fred le dejó el coche a Jim con la esperanza de que o el coche por
completo o partes del coche pudieran entrar en producción, pero por razones
desconocidas, el coche se quedó dos años en un almacén sin que nadie hiciera
nada. Fred sólo pensaba que quizá su tío no quería responsabilizarse de un
posible fracaso o que si fuese un éxito no consiguiesen dinero para poder producirlo.
Finalmente, la razón oficial fue que era un coche demasiado caro de producir y
no sería rentable.
Cuando el Storm volvió de nuevo a Fred, el tiempo no se
había parado y en estos dos años, coches como el Corvette o el Ford Thunderbird
ya habían conquistado el corazón de los americanos.
Zeder condujo el Z-250 de 16 años. Lo prestó a la
Universidad de Northwood, donde permanecería hasta 1992. En este punto de la
historia, el agua se había filtrado de alguna manera en los cilindros. El motor
fue retirado y reemplazado por un Dodge V8 de 1965 con dos carburadores de
cuatro barriles.
Después de completar el trabajo, Zeder continuó conduciendo el
automóvil en su casa en California.
En sus últimos años de vida, el coche se exhibió en el
Petersen Automotive Museum y en el LA Auto Show de 2013.
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