Este modelo de Cadillac es probablemente el descapotable más
excepcional que se ha construido bajo la marca Cadillac. El rico playboy
Phillipe Barraud encargó personalmente este diseño a través del distribuidor
local de Cadillac en Lausana, Suiza, en uno de los mejores chasis que en
aquella época podía ofrecer Estados Unidos.
Phillipe eligió el Cadillac V16 por su monstruoso motor de
algo más de 12.000 centímetros cúbicos y poco más de 160 caballos y su robusto
chasis ya que podría soportar cualquier trabajo de carrocería. Cadillac envió
un chasis sin carrozar, uno de los dos que salieron ese año de la factoría de
Cadillac. Se envío a Suiza y allí fue “vestido” por Hartmann en Lausana.
Barraud quiso que se realizase el trabajo en su ciudad natal para poder
supervisar personalmente el trabajo.
El resultado fue brutal. Con una longitud de 6.7 metros,
Hartmann creó un descapotable que era casi demasiado gigante para conducir por
carreteras normales. Originalmente estaba pintado en blanco con una franja
naranja en los guardabarros, en las puertas y en el maletero. Ahora está
pintado en rojo con esas franjas en negro, también espectacular.
Los detalles incluyeron un nuevo tablero con los relojes
montados en el centro y con un logotipo triangular rediseñado de Cadillac en el
que podías leer “Carrosserie Hartmann, Lausanne, Cadillac”.
Después de dos años, estalló la Segunda Guerra Mundial y el Cadillac
fue guardado durante 10 años. Luego volvió a la carretera y Phillipe lo volvió
a pintar de blanco sobre azul para usarlo otros 10 años. Después se volvió a
pintar de blanco sobre marrón oscuro tras un choque que destrozó su parte
delantera. Tras este choque se le instalaron nuevas luces más grandes y se le
construyó un parachoques de ancho completo.
Y aquí empezamos con historias que de haberlas conocido
antes hubiéramos tomado parte en ella. En 1968 se encontró en un campo y se
vendió sólo por 925 dólares. Se pensaba que era un Figoni et Falaschi Roadster
y pasó varias veces de manos pasando por 4 restauraciones. La tercera fue
realizada por Andre Lecoq de París, quien lo modificó ampliamente al diseñar un
nuevo panel que hacía que el techo quedase bien tapado al plegarse, nuevos
interiores, parachoques y nuevos detalles cromados a lo largo de la línea del
guardabarros.
En 1990 se vendió en una subasta de Barret-Jackson todavía
como un Figoni et Falaschi por 1.4 millones de dólares. Cuando el V16 llegó a
la colección Blackhawk donde se puede seguir visitando en su museo, estaba
pintado de rojo y la placa original de Willy Hartmann en el tablero de
instrumentos se cambió por una de Figoni et Falaschi.
La mayor parte cromada, especialmente en los lados fue
restaurada y se le instaló una nueva parrilla empotrada. Vale que quizá haya
quedado más elegante, pero está claro que con el paso de los años ha perdido
mucho de sus rasgos originales.
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