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lunes, 9 de marzo de 2020

Cadillac V16 Hartman Cabriolet de 1937


Este modelo de Cadillac es probablemente el descapotable más excepcional que se ha construido bajo la marca Cadillac. El rico playboy Phillipe Barraud encargó personalmente este diseño a través del distribuidor local de Cadillac en Lausana, Suiza, en uno de los mejores chasis que en aquella época podía ofrecer Estados Unidos.


Phillipe eligió el Cadillac V16 por su monstruoso motor de algo más de 12.000 centímetros cúbicos y poco más de 160 caballos y su robusto chasis ya que podría soportar cualquier trabajo de carrocería. Cadillac envió un chasis sin carrozar, uno de los dos que salieron ese año de la factoría de Cadillac. Se envío a Suiza y allí fue “vestido” por Hartmann en Lausana. Barraud quiso que se realizase el trabajo en su ciudad natal para poder supervisar personalmente el trabajo.


El resultado fue brutal. Con una longitud de 6.7 metros, Hartmann creó un descapotable que era casi demasiado gigante para conducir por carreteras normales. Originalmente estaba pintado en blanco con una franja naranja en los guardabarros, en las puertas y en el maletero. Ahora está pintado en rojo con esas franjas en negro, también espectacular.


Los detalles incluyeron un nuevo tablero con los relojes montados en el centro y con un logotipo triangular rediseñado de Cadillac en el que podías leer “Carrosserie Hartmann, Lausanne, Cadillac”.


Después de dos años, estalló la Segunda Guerra Mundial y el Cadillac fue guardado durante 10 años. Luego volvió a la carretera y Phillipe lo volvió a pintar de blanco sobre azul para usarlo otros 10 años. Después se volvió a pintar de blanco sobre marrón oscuro tras un choque que destrozó su parte delantera. Tras este choque se le instalaron nuevas luces más grandes y se le construyó un parachoques de ancho completo.


Y aquí empezamos con historias que de haberlas conocido antes hubiéramos tomado parte en ella. En 1968 se encontró en un campo y se vendió sólo por 925 dólares. Se pensaba que era un Figoni et Falaschi Roadster y pasó varias veces de manos pasando por 4 restauraciones. La tercera fue realizada por Andre Lecoq de París, quien lo modificó ampliamente al diseñar un nuevo panel que hacía que el techo quedase bien tapado al plegarse, nuevos interiores, parachoques y nuevos detalles cromados a lo largo de la línea del guardabarros.


En 1990 se vendió en una subasta de Barret-Jackson todavía como un Figoni et Falaschi por 1.4 millones de dólares. Cuando el V16 llegó a la colección Blackhawk donde se puede seguir visitando en su museo, estaba pintado de rojo y la placa original de Willy Hartmann en el tablero de instrumentos se cambió por una de Figoni et Falaschi.


La mayor parte cromada, especialmente en los lados fue restaurada y se le instaló una nueva parrilla empotrada. Vale que quizá haya quedado más elegante, pero está claro que con el paso de los años ha perdido mucho de sus rasgos originales.

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